Los embutidos Pestorejo pasan por un proceso de elaboración totalmente artesanal sin aplicación de ningún tipo de conservante artificial. Esto, unido a su curación natural, hace que cada pieza sea única. Su gran sabor es sinónimo de tradición, del minucioso trato que se le ofrece a cada pieza en su proceso de elaboración y curación, el clima selectivo del sur de Extremadura y la pasión que la empresa deposita en cada uno ellos
Los embutidos Pestorejo pasan por un proceso de elaboración totalmente artesanal sin aplicación de ningún tipo de conservante artificial. Esto, unido a su curación natural, hace que cada pieza sea única. Su gran sabor es sinónimo de tradición, del minucioso trato que se le ofrece a cada pieza en su proceso de elaboración y curación, el clima selectivo del sur de Extremadura y la pasión que la empresa deposita en cada uno ellos.
Los embutidos Pestorejo pasan por un proceso de elaboración totalmente artesanal sin aplicación de ningún tipo de conservante artificial. Esto, unido a su curación natural, hace que cada pieza sea única. Su gran sabor es sinónimo de tradición, del minucioso trato que se le ofrece a cada pieza en su proceso de elaboración y curación, el clima selectivo del sur de Extremadura y la pasión que la empresa deposita en cada uno ellos.
Los jamones y paletas Pestorejo pasan por un proceso de curación natural de al menos 36 meses. Su gran sabor es resultado del minucioso trato que se le ofrece a cada pieza en su proceso de curación, la libertad con la que campan los cerdos por las grandes extensiones de tierra de Extremadura, el clima selectivo del sur de Badajoz y la pasión que la empresa deposita en ellos.
Los jamones y paletas Pestorejo pasan por un proceso de curación natural de al menos 36 meses. Su gran sabor es resultado del minucioso trato que se le ofrece a cada pieza en su proceso de curación, la libertad con la que campan los cerdos por las grandes extensiones de tierra de Extremadura, el clima selectivo del sur de Badajoz y la pasión que la empresa deposita en ellos
Los jamones y paletas Pestorejo pasan por un proceso de curación natural de al menos 36 meses. Su gran sabor es resultado del minucioso trato que se le ofrece a cada pieza en su proceso de curación, la libertad con la que campan los cerdos por las grandes extensiones de tierra de Extremadura, el clima selectivo del sur de Badajoz y la pasión que la empresa deposita en ellos